La oruga procesionaria del pino o “Thaumetopoea pityocampa Schiff” es una especie objeto del control de plagas que está presente en toda la península además de en las Islas Baleares.
Durante el otoño, los huevos de la procesionaria eclosionan en las acículas de los árboles “pinos y cedros principalmente” y se alimentan de ellas debilitando al árbol y haciéndole foco de otras plagas que puede dar lugar a la muerte del árbol. Cuatro años necesita la procesionaria para la absoluta defoliación de por ejemplo un pinar joven repoblado.
La procesionaria es una mariposa nocturna que aparece en verano, que es cuando se aparea y realiza la puesta de huevos. Es ahora en otoño cuando sus huevos eclosionan dando lugar a la oruga procesionaria, que pasará el invierno en bolsones para evitar el frío diurno de la estación, pero que saldrá a alimentarse de estas coníferas al caer la tarde, saciarse y volver al bolsón. La oruga procesionaria irá haciéndose cada vez más voraz. La oruga procesionaria tiene unos pelillos que pueden crear alergias y urticarias muy severas a personas y animales de compañía. Nunca debemos tocarlas, orden no tan fácil de asimilar para nuestras mascotas, pero no solo el contacto directo con las orugas es peligroso, ya que los pelillos ”tricomas” flotan en el aire pudiendo provocar irritación en los ojos, en la nariz, garganta y la piel.
En Euskadi son frecuentes en las zonas de pinos, y podemos reconocer a la oruga procesionaria por su particular forma de desplazarse, en fila o bloque unas tras otras, a modo de procesión. Será al final del invierno y con el comienzo de la primavera cuando desciendan de los árboles para iniciar su procesión para buscar el lugar idóneo donde enterrarse y transformarse en insecto.
En Euskadi contamos con más de 130.000 hectáreas de pino, lo que hace que año tras año tras año unas 20.000 hectáreas de suelo público sean tratadas para poner barreras y llevar a cabo un control de plagas efectivo contra este parásito.
Un invierno cada vez más suave, da lugar a que la presencia de la oruga procesionaria en parques públicos y pinares sea cada vez más común llegando también a jardines y siendo un gran riesgo para personas y mascotas, que pueden ingerir los pelos y tener graves consecuencias incluyendo la muerte del animal.
En esta época del año y en primavera las acciones de control de plagas para controlar la oruga procesionaria van desde la destrucción de los bolsones, el uso de productos químicos, y trampas de feromonas, hasta las barreras físicas entre otros posibles tratamientos y medidas paliadoras.
Precauciones ante la presencia de la oruga procesionaria
Poner atención a las reacciones posibles en niños y mascotas si pasean por jardines o en zonas de naturaleza. La oruga procesionaria desprende sus pelos al sentirse ”atacada” y puede provocar las reacciones que hemos mencionado.
Si la persona se presenta inflamación en los labios, en la boca, o sarpullido, deberemos acudir al médico para valoración.
Si nuestra mascota babea exageradamente, se rasca de forma intensa o sufre inflamación en la boca o lengua, así como en la cabeza, debemos acudir rápidamente al veterinario.
Os acompañamos imágenes de la oruga procesionaria para qué podáis identificarla y tomar las medidas y precauciones pertinentes además de alertar de su presencia en zonas públicas y privadas pudiéndose así realizar de forma efectiva el control de plagas en Vizcaya.
