La llegada del calor casi siempre va acompañada de los molestos mosquitos y cucarachas. Compañeros de los que es difícil deshacerse cuando llegan estas fechas. Sin embargo, este año, el descenso de las lluvias ha producido un menor número de insectos de este tipo.
Según ha informado la contrata del Ayuntamiento de Valencia que gestiona el control de plagas, este año se han recibido 65 avisos reales, 10 menos de los que se habían recibido el año pasado por estas fechas. Aun así hay que sumar 10 avisos más, referentes al mosquito tigre.
En esta ciudad esta especie se encontró en julio del año pasado. Su característica principal es que su picadura es más molesta que la de un mosquito habitual y además pueden transmitir enfermedades víricas.
Las propias fuentes afirmaron que de esos 10 avisos solo dos se confirmaron como focos de mosquito tigre t además en zonas privadas que ya estaban abandonadas, a las que se pudo acceder después de que el propietario diese permiso para entrar y erradicarlos evitando así su extensión por barrios colindantes.
El mosquito tigre suele moverse por núcleos urbanos y es recomendable evitar macetas o pequeños recipientes que tengan agua estancada ya que son muy propicios para su reproducción.
La mayoría de los otros 65 avisos han sido en su mayoría sobre mosquitos comunes y cucarachas. Pero el Ayuntamiento solo puede actuar en suelo público y este año ha destinado 400.000 euros a la lucha contra las plagas.
El equipo de mosquitos revisa cada semana los 330 focos de mosquitos detectados en zonas que sufren acumulaciones de agua. Cuando de detectan larvas esas zonas son fumigadas con la ayuda de drones.
Valencia fue la primera ciudad española que utilizó drones para controlar las plagas. ¿Recordáis la entrada en la que os hablábamos de los drones que luchaban contra las avispas?
