El mosquito tigre (Aedes Albopictus) lleva atormentándonos la temporada estival desde hace más de una década con sus picaduras. Los habitantes de la cuenca mediterránea son los más afectados por estos insectos y este año lo han padecido mucho antes de lo habitual. Las altas temperaturas y las abundantes lluvias del invierno han hecho que los mosquitos tigre despierten antes de su letargo.
Javier Lucientes, invedtigador y profesor de Parasitología y Enfermedades Parasitarias de la Universidad de Zaragoza ha confirmado que se han adelantado un mes ya que suelen aparecer en mayo y este año han detectado huevos a mediados de abril, por lo que los adultos han aparecido a principios.
Desde que llegó el mosquito tigre a nuestro país, han conseguido ampliar su territorio. Sus primeras colonias las estableció en Cataluña y en la Comunidad Valenciana en 2004. Un año después, el mosquito tigre se había expandido hasta el Barcelonés y en 2006 frecuentaban también la zona de Vilanova. En poco tiempo llegó a Castellón y a Valencia y ha continuado conquistando la costa del mediterráneo adentrándose también en el interior de la Península.
El mosquito tigre es negro con un estampado a bandas blancas de ahí su nombre. Mide unos cinco milímetros y la picadura sobre todo las de las hembras es bastante dolorosa. Este insecto no suele alejarse más de 100 metros de su nido y siempre vive cerca de las personas.
Cualquier cantidad pequeña de agua estancada es suficiente para que viva este mosquito por lo que cuando el mosquito te pica, hay que lavar y desinfectar la zona. A través del mosquito tigre es posible que se contagien enfermedades como el dengue, el chikunguya, la fiebre amarilla o el zika aunque en España no se ha producido ningún caso por picadura, siempre ha sido por viajeros procedentes de otros países.
Existe una aplicación conocida como “Mosquito Alert”, en el que se puede dejar constancia de que has visto un mosquito tigre en un lugar. De esta manera se va conociendo en que zonas nuevas se están instalando.