¿Os imagináis un animal que haga la fotosíntesis exactamente igual que las plantas? Pues esto es lo que hace una babosa marina, que prefiere vivir de la luz del sol a tener que deambular por el fondo del mar en busca de alimento.
Se la conoce como Elysia clorótica y tiene aspecto de hoja de verdura y vive en las costas de Nueva Escocia hasta el sur de Florida. Esta especie se alimenta de un alga llamada Vaucheria litorea la cual si realiza la fotosíntesis para obtener comida gracias a la luz del sol y de algunos nutrientes que obtiene del agua. Las algas son capaces de realizar la fotosíntesis porque poseen unos cloroplastos que son las estructuras donde la realizan.
Elysia, también necesita estos cloroplastos, por ello lo que hace es digerir este alga sin dañar los deseados cloroplastos, capaces de transformar la luz del sol en comida. Los trata con mucho cuidado y los integra en sus células digestivas. Gracias a esta táctica, esta pequeña babosa marina, puede pasarse sin probar bocado durante varios meses. Esta estrategia es la que ha hecho que Elysia se convierta en el primer animal capaz de realizar la fotosíntesis.
Tras conocer esta extraña especie, a lo biólogos les surgió una interesante duda y es que no entendían como Elysia era capaz de comerse el alga sin dañar la parte que necesitaba para llevar a cabo la fotosíntesis. Después de una pequeña investigación, descubrieron que este molusco, de apenas 6 centímetros, tiene en su cromosoma genes del alga indispensables para mantener en buen estado los cloroplastos que le roba. Esto ha hecho también, que se descubra el primer caso de transferencia de genes funcionales de una especie multicelular a otra. Este importante proceso se denomina transferencia horizontal de genes y es la que muchos científicos andan investigando para corregir enfermedades de base genética en los seres humanos.