Durante el verano experimentamos diversas picaduras de insectos, y en numerosas ocasiones, dudamos sobre si serán de un mosquito, una araña o de otro insecto.
La mayoría de las picaduras suelen carecer de importancia pero hay algunas otras que pueden afectar seriamente a la salud ya que pueden transmitir enfermedades. Por eso, es importante conocer el aspecto de cada picadura y saber a qué insecto pertenece y cómo actuar en cada caso.
Por este motivo, vamos a mostraros diferentes tipos de picaduras y recomendaciones para aliviarlas.
- Mosquito. Es la picadura más habitual y, por tanto, la que reconocemos más fácil. La forma es un puntito o un único bulto rojo sin hinchazón. Esta picadura no supone peligro alguno a no ser que la persona sea alérgica o que el mosquito haya transmitido una enfermedad ya que entonces aparecerá el dolor y la fiebre.
- Pulgas. Varias picaduras cercanas entre sí y que provocan un intenso y constante picor son las marcas que dejan las pulgas en las personas. Para evitarlas, es importante cambiar las sábanas con frecuencia y sobre todo cuando hay animales en casa.
- Avispa o abeja: Estas picaduras provocan mucho dolor e hinchazón durante varios días. Su aspecto es muy reconocible ya que aparece una mancha roja con un punto blanco en el centro donde se ha quedado clavado el aguijón en el caso de una picadura de abeja. Lo importante es retirarlo lo antes posible.
- Garrapata: Sus picaduras no causan dolor pero si un cerco rojo. Lo problemático de estos insectos es que, en ocasiones, se introducen dentro de la piel por lo que es necesario retirarlos rápidamente y con cuidado de que no quede la cabeza dentro. Estos insectos pueden contagiar enfermedades como el Lyme o Riskettsia por lo que aconsejamos acudir a su médico en el caso de una picadura de garrapata.
- Hormigas: Las hormigas no pican pero si muerden. Producen hinchazón en la piel y, en ocasiones, pus y ampollas.